Lloviznas coronarias
H oy, leyendo una tarde de lluvia de mi querida amiga Erato, ha provocado en mi interior un conjuro donde ya comienza a llover. ¿Temores infundados o creados?. Los sentimientos se debaten entre sí, confundiendo si tienen fundamento o son figuraciones fantasmales de una tormenta inesperada. Mi interior suspira por una respuesta con sentido. Pero ¿es el sentido el arma más apropiada para encontrar esas respuestas? Quizás lo que tenga que hacer es sucumbir ante el tiempo pues siempre pone las cosas en su sitio. El único impedimento es que mi corazón es un buscador incesante de respuestas y no es paciente en la espera cuando todo fluye a la rapidez de la luz. No dejo de decirme una y otra vez la suerte que tengo. Estoy creando mi propio camino, mi destino, ese que tanto he estudiado y sufrido, no sólo lo estoy creando sino que lo estoy viviendo. El amor invade mi corazón, la ternura me visita todos los minutos del día y las neuronas reciben dosis de cariño por doquier. Tarde lángu