Suspiros Bohemios y demás Contemplaciones

E n un día especial todo es posible... pero considerando siempre el lado positivo. Puede sorprenderte un toque de un amigo, un mariposa (en invierno?...pues sí, es posible en invierno), una hoja, un rincón, un paseo, un gracias, un te quiero .... Lo importante no es el hecho en si...sino la repercusión que tenga en tu interior. Tú eres el que decide si merece la pena recordarlo u olvidarlo.  Si te ha emocionado y si te ha hecho sentirte la mujer o el hombre más importante de la Tierra en ese instante. Si hoy es un día como el que te digo... haz lo posible por disfrutarlo, con convencimiento y consentido... Será emocionante recordarlo el día de mañana y posiblemente, te reportará felicidad.  Esa felicidad que se trasmigra en el tiempo, dando saltos agigantados sin utilizar pértiga pero con una precisión insostenible. Hoy es un día especial... No lo olvidaré.

Sinceridad ocultas bajo palabras escritas escuetamente en un mensaje. Dulce bienestar producen en mi interior su lectura. Durante varios minutos, las releo una y otra vez... escudriñando cada signo, cada espacio, cada línea...esperando encontrar algún resquicio de algo que se pase por alto a mi viva vista, acostumbrada a acertar entresijos en milésimas de segundo, a deducir en una decenas de ellos y a opinar en menos de un minutos. Hoy, vuelvo a releer y a intentar sentir los mismos sentimientos que me embargaron entonces... grandiosidad expandida en el alma, corazón acelerado por la emoción y semblante risueño en la mirada...  Emociones que las palabras avivan una y otra vez en este corazón bobalicón, ese que le gusta tanto los piropos y las alabanzas. Ese que se levanta fiero cuando lo ofenden en lo más sagrado pero que en el fondo es tan dulce y manso como un pequeño pajarillo. Mi vida, dulce balanceo de mi propia existencia, vuelve a enseñarme caminos que no esperaba

A veces pienso en lo enrevesada que es la vida. Cuantas cosas vividas y cuantas olvidadas. Hubo un tiempo en que no quería olvidar nada. Todo lo quería para mí. Recordar cada instante, cada brisa, cada suspiro, cada hoja que caía... pequeños detalles que fui asociando a sucesos de mi cotidiana vida, hasta el punto, que hoy en día, cuando vienen a mi memoria lo hacen acompañados de esos detalles.  Curiosamente, aunque dicho momento venga con tonos de amargura, los complementos que los acompañan emergen como recuerdos llenos de dulzura.... es algo realmente extraño pero que me llena de regocijo pues he conseguido aislar mis detalles felices de su raíz amarga. No sé por qué siempre intento memorizar de esa manera, pero el caso es que me sorprende la técnica adquirida... No sé si es algo extraordinario en mí o es algo que le pasa normalmente a todo el mundo... pero a mí, me fascina que el simple olor de un perfume me recuerde a un momento vivido, a veces casi olvidado, a veces

L ágrimas congeladas sistemas operativos eliminados nada me separa de este ánimo encandilado. Luces de colores por un prisma conducidas bailan mágicamente en tapias ensombrecidas. Dulce embrujado de mi paladar enamorado arrancan una sonrisa de azúcar y ambrosía. Día de Reyes,  Magos de Oriente cabalgan sobre ilusiones de pequeños y mayores. Día especial, incienso aromático de Tres Reyes remontan ensimismados hacia mi tierra querida.

C reo fervientemente que las ilusiones tienen que ser uno de nuestros ingredientes diarios dentro de nuestra dieta.  Hay que tenerlas siempre en la despensa, tomar una pequeña dosis diaria para estar en forma nuestra mente y nuestro corazón. Solo así, podremos ver el día a día con pinceladas de optimismo y alegría. Con todo esto no quiero decir que tengamos que estar siempre sonrientes y felices pues eso sería ir contranatura ya que la tristeza, el desazón, la desilusión... son parte de nuestra vida también y por eso necesitan un hueco en nuestro ser... Solo considero que si una ilusión guía nuestra rutina, ésta será más fácil de llevar, los días malos no serán tan malos, los desplantes serán descafeinados y nuestros minutos podrán ser vividos con más intensidad, todo ello sin enmascarar todas aquellas pequeñas bellezas instantáneas que se nos muestran casi sin hacer ruido, pero que están ahí y solo unos pocos, somos los privilegiados que nos deslumbramos con ellas. B end