Suspiros Bohemios y demás Contemplaciones

S e acerca mi primer cumpleaños en esta ciudad, Madrid. Para mí supone hacer balance. Sobre lo bueno y lo malo. Sobre lo vivido y lo esperado.  No puedo recrearme demasiado porque su resultado es tan fácil como adivinar cuánto es dos más dos. Positivo con creces. No he encontrado casi nada que no me guste. Lo he recibido tal cual, con entusiasmo y grabando cada minuto de recorrido por ella. ¿Qué he echado de menos? Indudablemente dejando a un lado los sentimientos hacía la familia, los desayunos es lo que más he rememorado. Madrid llena de gentes de tantos lugares, con tantas culturas y con cosas tan diversas tiene a mi parecer, un desayuno muy pobre en los bares y cafeterías. Estoy acostumbrada a Sevilla. Allí puedes desayunar desde mantequilla, aceite, con jamón, con jamón y tomate, jamón york, paté, lomo blanco, manteca colorá e incluso los más atrevidos, te pueden servir roqueford....una variedad para cumplir todos los estados anímicos de cada día. Dentro

E ntrañables destellos solares se introducen en mis poros haciendo vibrar la primavera dentro de mí. Estos cortejos medioambientales que alteran todo el ser de cada uno, van y vienen como el mejor Romeo entramando su conquista.   Desconciertos junto a desbordados sentimientos se mezclan generando ansias dentro de las venas, olvidando por fracciones de segundos todas aquellas penurias vividas en el oscuro y frío invierno. Sin embargo, son tan bien venidos y deseados que me dejo engatusar por sus latigazos bruscos de pasión y devaneo.  Los árboles van naciendo de nuevo y la ciudad va cobrando otra silueta tan bella y estilizada como en la juventud...las gentes se dejan llevar por el entusiasmo y salen a la calle a compartir sonrisas con paseos llenos de palabras y risas. Da gusto salir y contemplar tal explosión de vida en cualquier rincón de nuestras calles.  Sin más, me dejo llevar, dulcemente, por mis barrios. Pasear y disfrutar de lo que ven mis ojos, tan vivaces y sonri