Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2012

Un paseo entre las hojas.

Imagen
S e acerca el invierno, lentamente, como las hojas planeando cayendo al vacío de aquel lugar que las vio nacer, donde fueron verde esperanza, espejos de rayos solares y vigor encendido. Otoño en el Pinar de Chamartín Las calles parecen aún más desoladas cuando están llenas de hojas, extendidas a lo largo y ancho de las mismas, olvidadas por quienes le agradecieron su sombra en tiempo estival y charlaron bajo su cobijo en noches estrelladas. Ya no tienen labor alguna, tristes y amarillas, languidecen en su última savia que recorren sus esquinas. Solo a algunos, con cierta nostalgia, nos reconforta pasear entre ellas porque sensaciones salteadas llegan a nuestro corazón. Remembranzas intensas y emotivas de un tiempo no lejano, presente aún en nuestras pupilas y en nuestros oídos, el balanceo suave de las ramas haciendo que las hojas bailaran dulcemente en esa brisa veraniega, esos chiquillos jugando al rededor del tronco mientras sus madres charlan animosamente en un banco c

Sentimientos de felicidad

H ace tiempo que no escribía. Una andadura nueva ocupa mi tiempo pero mis suspiros siguen dentro, hierven sintiendo cosquilleos cada vez que veo algo que me conmueve. Ayer mismo. Caminaba hacia mi trabajo. Iba muy abrigada pensando que haría frío, sin embargo me encontré con una temperatura que, a pesar de ser baja para lo que estoy acostumbrada, me resultó agradable. Un día despejado, con un cielo brillante e inmenso. Disfrutaba mirando los árboles en contraste con ese cielo hermoso. Últimamente miro mucho a los árboles, será porque como estoy descubriendo mi faceta más natural conociendo a las aves, pero sobre todo porque me sigue pareciendo algo mágico. Una incógnita. De pequeña siempre mi imaginaba una vida llena de seres por dentro, aunque a decir verdad esos seres existen, pero los de entonces eran nomillos que arreglaban el árbol por dentro...eran su motor... Bendita imaginación. Admirando mi paisaje e ignorando lo cosmopolita de las calles, solo podía sentir que soy

Camino rodado

Imagen
T arde de viaje en bus hacia el origen de mi vida, mi ciudad natal me espera. Ante mí tengo cientos de kilómetros por delante generando ansiedad en el reloj digital de mi móvil. Mi cordura llama al sosiego cogiendo un libro entre mis manos y leyendo muy lentamente el título.  A mi alrededor algunos se preparan para echar una siesta, otros con los cascos a todo volumen, hacen que lleguen hasta mis oídos las notas musicales mezcladas con las charlas de otros ocupantes... una mezcla multicolor llena de alboroto dentro de un vehículo y con un único destino... Vuelvo a leer el título y me dispongo a abrirlo con interés... la primera página se muestra ante mis ojos...es el prologo, escrito por la propia autora, me parece revelador sobre la cercanía y carácter de un personaje al que ya tengo cariño y admiración. No sé por qué cogí ese libro y no otro. Supongo que no me apetecía un relato imaginario y opté por algo real de nuestros días, algo que me enriquece y que potencia mis in