Mi pastel
Me siento privilegiada, mi optimismo me ha demostrado que a toda curva peligrosa siempre le sigue una línea recta. Tengo ante mí numerosos proyectos que no sé cómo los atenderé, el caso es que todos me gustan, todos me atraen y no quiero dejar ninguno atrás. Nuevamente en mi mente se plantea un dilema...¿vida personal o vida profesional?..tengo la oportunidad de dar un giro a las dos, no sé a cuál dar prioridad. En mi vida pasada siempre le di prioridad a la vida personal, y no me fue muy bien. Mi conciencia me dice que la vida profesional es la que merece más dedicación y confianza....pero cómo aguantar a mi corazón....eso es lo difícil. Le pongo demasiada pasión y énfasis a todo...¿cómo controlar todo eso?...Nuevamente una lucha interior se acerca. El 70% se inclina por mi profesión...así que tendré que ceder ya que llevo demasiado tiempo invertido en él como para echarlo todo por la borda...¡decidido! Mi vida sentimental se tendrá que aclimatar a mis aspiraciones prof