Diseño anatómico.
Gaviota Patiamarilla en Ribeira D ulce hogar que me vio nacer entrañas alborotadas por tanta excitación, ojillos nerviosos y vivarachos buscan minucias que le estimulen una palabra perdida en un milímetro de recuerdo. Sencillez atrevida, espontaneidad desbordada, palabras sin sentido y risas desmesuradas. Reunión acordada, con actas y memorandum, formalidad consentida todo se desmorona con cada bocado deleitado, con cada sorbo saboreado. Jardín del Capricho, Madrid. Qué bonito es vivir? No. Qué bonito es estar en familia, relajados, a nuestro antojo, charlando por charlar, riendo por reir, una madre regocijada en un corazón engrandecido, feliz y agradecido. Qué estampa, que armonía ni el mejor pintor puede plasmar este diseño anatómico perfecto para mi corazón, para mi mente y para mi alma. Felicidad sin empalago, sin refregado, simplemente un sentimiento puro sencillo, element