Preparos alocados

Va llegando las fechas navideñas y la mente va acelerada, desbocada y alocada.
Árbol de Navidad muy singular.
Creación de mi hermano pequeño, Miguel Ángel
No solo por la cantidad de gente que invaden las calles sino porque ella, como buena trabajadora incesante, va por delante de nosotros.

Coge su agenda prodigiosa y va escribiendo en líneas neuronales todo aquello que tenemos que hacer. Hacer limpieza en la casa... organización general, no dejar títere sin cabeza y plantando batalla a uno de mis eterno enemigos alérgicos: el polvo. ¿Por qué?... Difícil explicación aunque podría decir que es una tradición familiar impuestas de madres a hijas en mi familia, aunque supongo que lo habrá en muchas más sobre todo cuando son como la mía, andaluza... donde la  mujer sigue siendo el motor de la familia, la que reúne a todos, la que da alegría, la que se sacrifica horas en la cocina para que todo esté perfecto el día de Nochebuena y se le caiga la baba viendo a su prole degustando los apetitosos platos elaborados con calor maternal, sazonado con cariño y culminados con una pizca de devoción.

Después las compras de Navidad, esos regalitos que son detallitos pero que se hacen con tanto amor que el regalo en sí se queda empequeñecido... aunque este año, con tanta flaqueza en el monedero serán mucho más insignificantes pero con mucho más mérito que los de años anteriores, porque representarán nuestra ilusión inquebrantable antes las circunstancias actuales.

A continuación nuestro particular menú especial para un día en concreto. A mí se me antoja que sea cualquier día, no importa si es mediodía o la noche, sábado o miércoles, el caso es disfrutar esa comida sin prisas, con música de fondo y con mi chico al lado.... es mi momento inolvidable.

Y los amigos.... Te acuerdas de todos los amigos, de los que están contigo y de los que ya no están pero que su recuerdo sigue ahí, reviviendo momentos y momentos únicos en cariño, alegría y diversión. Naturalmente ahora que vivo alejada de mi entorno familiar, volveré a él por Nochebuena e intentaré estirar el tiempo lo más posible mientras esté allí... visitaré a la familia, a amigos y será intenso. Emotivo.

Se acerca la Navidad y comienzan los preparos alocados... Hoy: adornar la casa. Me pongo mi canción favorita, esa que me hace exaltar la alegría y asalta a la paz para ponermela en bandeja justo al ladito mía, en mi corazón... y adornar la casa se convierte en todo una sinfonía de ilusión y mucho mucho amor.



Comentarios

Entradas populares de este blog

No huyo, solo vuelo

Divertirse en el camino.

Echo de menos tu sonrisa...