Divertirse en el camino.

La dura realidad de la jornada laboral ha trastornado mi habitual actividad social a través de las redes.
Una semana exhaustiva de cambios y aclimatación a un nuevo medio de trabajo, nuevos vecinos y nuevos sistemas de transportes...todo repercutiendo en las demás tareas cotidianas como la onda expansiva de un terremoto que arrasa todo lo que encuentra a su paso.
Sin embargo, todo este cambio ha sido muy bueno además de conseguir, nuevamente, una adaptación asombrosa a cualquier cambio que se precipita en mi arrolladora vida.
Mi vida no puede ser más completa y a pesar de que mi trabajo no es mi ansiada profesión, no deja de gustarme enormemente  pues pongo el mismo entusiasmo que cuando fue mi primer trabajo, ya hace varias décadas de eso.
Lo que más me entusiasma de este nuevo trabajo es que tiene fecha de caducidad. Cada destino, aún siendo el mismo puesto de trabajo, tiene sus propias particularidades, sus propias reglas y sus propias preferencias, haciendo que cada uno de ellos sea único y evitando, de ese modo, que llegue la ruinosa monotonía que tanto mancha y muta cualquier ambiente laboral. 
Al ser poco tiempo, hace que mi empeño sea engrandecido al querer hacer un buen trabajo y por consiguiente, la satisfacción de dejarlo todo a punto e inmejorable para la persona que venga tras de mí.
Aún sigue mi esperanza de conseguir mi sueño laboral, un trabajo para el que llevo preparándome mucho tiempo y que sería la culminación de mi perseverancia....mientras, intento disfrutar de cada puesto de trabajo que cae en mis manos, de la gente que voy conociendo y de los lugares que voy descubriendo.....


Nada mejor que divertirse en el camino haciendo que mi vida sea más feliz por dentro y por fuera.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No huyo, solo vuelo

Echo de menos tu sonrisa...