Tiempo pulular



Tiempo que nos engaña,
nos dice que no se acaba,
pero que escala cada segundo
de manera insistente y obsesionado.

Tiempo malcriado
que juguetea con nuestras emociones
diciendo que pronto llegará
y demora su travesía
disfrutando maliciosamente
de nuestro desgarro lamento.

Tiempo egoísta
que no quiere llegar
cuando las ansias nos invaden
y no somos capaces de resistir
nuestra clavada mirada
en sus minuteros.

Qué haríamos sin el tiempo,
simplemente nada.
Nos marca nuestra vida,
dirigiéndonos con su batuta,
marcando los acordes 
de nuestros instantes,
de nuestras penurias,
de nuestras alegrías.


Nosotros,
únicos para desencriptarlo
decidir darle importancia o,
decidir darle insignificancia.
Somos poderosos
viviendo nuestro tiempo
encauzando nuestro caminar 
a tintineos del tic tac
del reloj de nuestro corazón.
Ese que marca arritmicamente 
al son de soles descargados,
engrasados de emociones
lubricando nuestra andadura.
Andadura escardada,
creando laberintos interminables
pero recreando la belleza celestial.


Comentarios

Entradas populares de este blog

No huyo, solo vuelo

Divertirse en el camino.

Echo de menos tu sonrisa...