Verdor terminable
Es curioso como la vida te hace llegar a tu destino dando un largo rodeo. Hecho que hace que cuando lo alcances, la satisfacción se expanda por las venas, creando un bienestar y paz que te recuerdan a un dulce y espumoso baño, relajante y exfoliante.
Acostumbrada a dar rodeos aunque sea con paso firme y seguro, no dejo de empecinarme en conseguirlo. Felicidad buscada y deseada. Reconocimiento y profesionalidad deseada. Un sin fin de anhelos y sueños buscados en un laberinto de enredaderas y parras que lo envuelven todo, confundiendo el principio y el fin, haciendo que el paisaje sea idéntico en cualquier rincón, acostumbrándose las pupilas a su verdor y esplendor.
Hoy, una leve distinción hace que lo vea con un matiz diferente. Su verdor no es tan intenso, pero sigue siendo frondoso y tupido. Sin embargo, ahí está ... un destello brotando detrás de una hoja, hace que todo sea diferente.
Contenta por ver el final del laberinto, me preparo para una vida mejor y diferente, nueva en muchos aspectos y con conocimientos, en otros. Es el momento de prepararse para el principio de fin... es momento de la cuenta atrás.
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